Elige tu estrategia
La gran campaña ofrece varias rutas hacia la gloriosa victoria. Expande agresivamente tu territorio mediante la fuerza de las armas, consigue popularidad con tus construcciones, avances tecnológicos e influencia o supera una serie de objetivos exclusivos basados en la historia de tu facción elegida. Una vez superados, prepárate para el importante desafío final hasta alzarte con la victoria definitiva.
Explora y conquista las islas britanas
Desde las nevadas tierras altas de Escocia hasta los huertos y las praderas de Kent, disipa la neblina de guerra y revela la extensión de la Britania anglosajona. Las distintas ciudades, aldeas y asentamientos rurales acogen una gran variedad de campos de batalla. Experimenta con las opciones estratégicas que ofrecen los nuevos asentamientos menores listos para ser capturados y asfixia las rutas comerciales enemigas para acabar con sus posiciones defensivas.
Señor de la guerra vikingo o rey anglosajón, construye su leyenda
Cada facción se enfrentará a una serie de eventos exclusivos y dilemas determinantes, a menudo basados en eventos históricos reales y asuntos de la época. Embárcate en expediciones vikingas o gestiona la economía campesina anglosajona, en las que cada facción se siente y se juega de forma distinta. Dibuja la senda de tu rey y tus nobles y toma decisiones vitales sobre su desarrollo para personalizar su impacto y determinar el devenir de la historia.
Sistema de juego “clásico” de Total War refinado
Incluye muchas actualizaciones de las mecánicas centrales de Total War, tales como provincias, política, tecnologías, reclutamiento, dilemas y muchas otras. Todo ello con la mente puesta en la experiencia más inmersiva y valiosa posible.
Facciones, culturas y reyes disponibles:
Thrones of Britannia incluye las siguientes diez facciones jugables de cinco culturas distintas.
Los anglosajes: Wessex y Mercia
Cuando concluyó el dominio romano en Inglaterra, nuevos reinos de patrón germánico se unieron en los condados ahora conocidos como Northumbria, Mercia, Wessex, Essex, Sussex, Anglia Oriental y Kent. Las gentes de estos reinos eran conocidas en conjunto como los anglosajones.
Wessex
Líder de la facción: rey Alfredo
Las fuerzas de Wessex eran el reino anglosajón dominante al sur de Inglaterra y constituían la principal resistencia contra las incursiones del Gran Ejército Pagano. Desde la ciudad capital de Winchester, Wessex conquistó los territorios de Surrey, Sussex, Kent, Essex e incluso Mercia. La tenaz defensa de Alfredo ante la invasión danesa sentó las bases para que Wessex comenzase el proceso de unificación de Inglaterra bajo el mandato de un único gobernante por primera vez desde el año 927 d. C.
Mercia
Líder de la facción: Ceowulf
Desde su capital Tamworth, los reyes de Mercia gobernaron la zona ahora conocida como las Tierras Medias. En su apogeo, Mercia se extendía desde Northumbria en el norte de Inglaterra hasta Kent, Sussex y Wessex en el sur. En el 877 d. C., el Gran Ejército Pagano se apoderó de la zona oriental del reino para formar la Danelaw, o Anglia Oriental.
Los gaélicos: Mide y Circinn
En un principio, la cultura gaélica se desarrolló en Irlanda, una sociedad compuesta por un sistema de clanes y jefes. Saquearon y comerciaron con los asentamientos romanos, y en el año 878 d. C. ya se habían expandido desde Irlanda hasta la mayor parte de Escocia.
Con la llegada de los vikingos, se asentaron en tierras gaélicas varios grupos de saqueadores, quienes más tarde se convertirían en los nórdico-gaélicos. Los gaélicos escoceses absorbieron a los pictos y formaron el reino de Alba, que sentó las bases de la Escocia moderna.
Mide
Líder de la facción: rey Flann Sinna
Mide yace en el corazón de Irlanda. No solo es el núcleo geográfico, sino también el político, intelectual y espiritual. Muchos grandes reyes provenían de Mide, y su gobernante actual, Flann, aspira al título.
Con un gran número de facciones irlandesas en las inmediaciones, Mide está en posición de poder unir a los diferentes clanes y marcar el comienzo de una era de prosperidad irlandesa. Sin embargo, la amenaza está a la vuelta de la esquina… Los vikingos de Dublín se han instalado en el este y su poder e influencia van en aumento. ¿Luchará Mide por mantener la paz? ¿Unirá a los clanes en una guerra contra los colonos nórdicos? ¿O encontrará otro camino para alcanzar la supremacía?
Circinn
Líder de la facción: Áed mac Cináeda
En su origen, Circinn era un asentamiento picto, pero con el tiempo se vio fuertemente influido por los gaélicos y otros pueblos presionados por los incansables saqueadores vikingos. El año 878 d. C. marcó el fin de las invasiones vikingas, pero los problemas de Circinn no habían terminado. Aunque gozaban de una gran presencia en la costa oriental, seguía habiendo numerosas amenazas, tanto dentro como fuera de la región.
Hace tiempo, Scoan, la capital de Circinn, fue el hogar de la legendaria Piedra del Destino; una piedra que, según dicen, concede una fuerza divina a su pueblo. Actualmente, se desconoce su paradero, pero si fuese posible dar con alguna pista, encontrarla podría ser una aventura más que digna…
Los galeses: Gwined y Strat Clut
Los reinos galeses descendían de los britanos celtas que ocuparon la mayor parte de la isla de Britania, desde la Edad del Hierro hasta más allá de la romanización del siglo I.
Irónicamente, el término “galés” deriva del término anglosajón “wealas”, extranjero, que usaban para referirse a los britanos nativos. A medida que prosperaban los anglosajones, muchos de los antiguos reinos britanos comenzaron a desaparecer.
Gwined
Líder de la facción: rey Anaraut
Se podría considerar que el pueblo de Gwined tiene derecho al título de “verdaderos britanos”, ya que los invasores que ahora se hacen llamar “ingleses” les obligaron a irse al oeste. Son conocidos por ser buenos bardos y por sus habilidades con el arco largo. Los galeses de Gwined prosperaron bajo el liderazgo de Rhodri Mawr.
Rhodri consiguió repeler a los vikingos y a otros invasores, y al mismo tiempo expandir sus fronteras. Sin embargo, él ya no está y sus tierras se hallan divididas.
Strat Clut
Líder de la facción: Run
Strat Clut es un reino del Viejo Norte que se remonta al siglo V y a los britanos celtas. Antiguamente, el reino se encontraba en la fortaleza de Alt Clut, pero la invasión vikinga consiguió expulsar a su pueblo en el año 870. Argal, el actual rey, fue tomado como prisionero y presuntamente asesinado en misteriosas circunstancias. El reino fue acercándose cada vez más al valle del río Clyde bajo el mandato su único hijo, Run.
El gran ejército vikingo: Northumbria y Anglia Oriental
En el año 865 d. C., los hijos de Ragnar dirigieron el gran ejército vikingo y desembarcaron en Anglia Oriental. Durante los siguientes 15 años, los vikingos recorrieron todo el territorio, desde Wessex hasta el Clyde, conquistando ciudades, reclamando victorias y sufriendo alguna que otra derrota… hasta que llegó la batalla de Edington en el año 878 d. C., en la que su líder, Guthrum, encontró un digno rival en el joven rey Alfredo y su ejército sajón occidental. Una vez vencido, sus fuerzas se retiraron con premura a una fortaleza cercana. Motivados por la victoria, los hombres de Alfredo los persiguieron y asediaron. Tras dos semanas de hambruna, los invasores se rindieron.
Por las condiciones de su rendición, Guthrum fue convertido al cristianismo y tanto él como sus hombres pudieron volver y establecerse en Anglia Oriental, siempre que mantuviesen la promesa de paz con el rey Alfredo.
Puede que hayan sido derrotados, pero jamás serán humillados. Una rabia arrolladora está consumiendo a los vikingos. No se puede enjaular a un lobo sin consecuencias…
Northumbria
Líder de la facción: Guthfrid
Cuando los vikingos llegaron a Northumbria en el año 867 d. C., tomaron la ciudad de York, la antigua Eoferwic, y la convirtieron en su baluarte. ¡Menudo bastión, con sus formidables murallas romanas que siguen en pie desde hace más de 700 años! El rey Aelle de Northumbria trató de recuperar la ciudad de los daneses, pero fue capturado durante el ataque. Los hijos de Ragnar, como venganza por la ejecución de su padre, sentaron un precedente celebrando el horripilante ritual del Águila de Sangre.
Northumbria continuó bajo influencia vikinga. Tras la batalla de Edington y el posterior tratado de Wedmore, una parte del gran ejército vikingo regresó para establecerse en Northumbria bajo las condiciones de paz de Alfredo.
Anglia Oriental
Líder de la facción: Guthrum
Al gozar de una fuerte presencia en la mayor parte de la costa del sudeste britano, Anglia Oriental era el punto de parada de la invasión del gran ejército vikingo y la región donde muchos de sus guerreros se instalaron tras la batalla de Edington. Bajo el mando del líder danés, Guthrum (o Æthelstan, el nombre que le dio Alfredo), la zona acabó conociéndose como la Danelaw.
Sin embargo, todavía sigue habiendo conflictos entre los danos de Anglia Oriental. Uno no se despide del manto de la gloria y se convierte en un hombre común de la noche a la mañana.
Los reyes del mar vikingos: Dublín y Sudreyar
Después de casi un siglo de asaltos, los vikingos dejaron una huella imborrable en Britania y alteraron el curso de su historia para siempre, sobre todo culturalmente, dado que muchos grupos pequeños de vikingos se establecieron cerca de las islas antes de la derrota del gran ejército vikingo a manos del rey Alfredo.
Estas facciones cambiaron una existencia de incesantes conflictos por una nueva vida en Britania. Establecieron sus propios principados, se casaron entre ellos y, finalmente, se convirtieron en parte de la vida britana. La mezcla de culturas, tan emblemática de la historia británica, ayudó a crear el rico crisol de comportamientos, creencias y del lenguaje que ha hecho que las islas y sus gentes sean excepcionales.
No obstante, algunos vikingos nunca llegaron a establecerse por completo: sus designios eran mayores, y sus deseos de conquista y grandeza, insaciables. Los reyes del mar continuaron su trabajo belicoso, ignorando los decretos del nuevo gobernante de Inglaterra.
Dublín
Líder de la facción: Bardr
Dublín fue una de las principales ciudades portuarias de la costa oriental de Irlanda y el epicentro del mayor mercado de esclavos de Britania. También fue uno de los lugares más importantes ocupados por vikingos y estuvo gobernado hasta el año 873 por lord Imar, a menudo vinculado con Ivar el Deshuesado. Los saqueadores vikingos ya hibernaban allí en el año 840 d. C., por lo que mantuvieron una larga relación con la ciudad. Con el tiempo, y a medida que avanzaba el proceso de integración, sus costumbres se vieron influenciadas por los gaélicos.
No obstante, hacia el año 878 d. C., Bardr, hijo de Imar, ascendió al trono. ¿Tratará este ambicioso gobernante de mantener la paz con las facciones gaélicas aledañas? ¿O recuperará las viejas costumbres de Ragnar para embarcarse en una travesía de sangre y dominación? Cuesta ignorar la llamada del fragor de la batalla…
Sudreyar
Líder de la facción: Eirik
Al oeste de Alba se encuentra Sudreyar, el reino de las islas del sur. Estas islas, compuestas por las Hébrides meridionales, no contaban con muchos habitantes y debían hacer frente al despiadado clima atlántico, un lugar no apto para los más débiles.
Al igual que la mayor parte de Britania, las islas vivieron un creciente contacto con los vikingos a partir del siglo VIII. Antes, pertenecieron al reino gaélico de Dalriada hasta que los vikingos las ocuparon. Durante el siguiente siglo, la ocupación escandinava se vio influida por las costumbres gaélicas (y viceversa), especialmente tras el año 872 d. C., cuando Harald Cabellera Hermosa se convirtió en rey de Noruega y sus antiguos rivales inundaron la zona.
Aunque no disponen de muchos recursos, las islas de Sudreyar son capaces de frenar el avance de saqueadores y exploradores, ya que supone una excelente base náutica.
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