¡Huye del barco!
La partida empieza con tu despertar. Te encuentras perdido en las profundidades de un barco en alta mar aparentemente abandonado. ¿Qué haces aquí? ¿Por qué no hay nadie? Lo único que tienes claro es que debes escapar del navío utilizando una de las tres rutas posibles. La mala noticia es que no estás solo: en la versión Acceso Anticipado de Monstrum te darán caza dos monstruos muy tenaces.
El primer monstruo se parece a los Big Daddy de la serie BioShock: es un armario andante cuyos ojos emiten una misteriosa luz. Si te ve por los pasillos interiores del barco te dará caza sin tregua, llegando a romper puertas si es necesario. El segundo monstruo recuerda a los Lickers de Resident Evil: es un ser que camina a cuatro patas por el suelo y que suele merodear por la cubierta exterior del navío.
Si uno de estos monstruos te atrapa, estás muerto. Y, como no puedes salvar la partida, si acaban contigo deberás empezar desde el principio. Por lo tanto las persecuciones en Monstrum son deliciosamente estresantes. Pero la tensión siempre está presente, incluso cuando reina la calma aparente. Agudiza tus sentidos y oirás los pasos de los monstruos acercándose…
Cada muerte trae consigo una lección. Poco a poco aprenderás a poner el cierre de seguridad en las puertas, a esconderte debajo de las camas o a lanzar vasos para hacer ruido y despistar a los enemigos.
Tu misión en Monstrum es huir del barco. En la versión de Acceso Anticipado cuentas con tres opciones diferentes. El primer reto está en encontrarlas. El segundo, el más largo, es averiguar cómo “activar” estas vías de escape. Deberás recorrer el barco en busca de los objetos adecuados. Por ejemplo, los fusibles restauran energía.
Una vez te has adaptado a Monstrum, una partida puede durarte entre una o dos horas. De esta forma la huida nunca se hace pasada y la imposibilidad de salvar el progreso no se convierte en un estorbo.
Para alargar su vida como entretenimiento Monstrum necesita que el barco cambie radicalmente de estructura en cada partida. Lo único que cambia en esta versión es la localización de los objetos y alguna que otra habitación. Pero todo lo demás sigue igual de forma que tras unas cuantas partidas se pierde la sensación de estar en un laberinto perdido en alta mar.
Un escenario que mantiene la tensión
La ambientación de Monstrum es tétrica y original. Por ahora no existe ningún juego de su estilo que transcurra en un barco así que el escenario mantiene un toque de suspense. Es inevitable sentir inquietud cuando desciendes cada vez más en la oscuridad del navío. Y seguro que te sobresaltarás cuando escuches las cañerías, pensando que se trata de un monstruo al acecho.
Los monstruos tienen un diseño entre enigmático y perturbador, pero a nivel gráfico dejan que desear. Como todo el barco en general. Entendemos que Monstrum quiere ser accesible a todos los ordenadores posibles, pero unas texturas mejor definidas no le harán daño a nadie.
Monstrum se controla de maravilla juegues en teclado o con un mando. Todas las acciones (esconderse bajo la cama, lanzar un objeto…) se llevan a cabo con pocos comandos. Además, si te has olvidado de los controles al inicio de la partida el juego te realiza siempre un rápido recordatorio.
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