Battle Realms Winter Of The Wolf podría haber sido uno de los grandes RTS actuales si hubiera aparecido unos meses antes, pero la cercanía con Warcraft III le perjudicó claramente a nivel comercial y muchos se han quedado sin conocer las excelencias del título de Liquid, del que ahora se comenta su expansión.
La industria del videojuego es, por definición, bastante injusta en muchos sentidos para muchos profesionales. Particularmente, dentro de lo que es el desarrollo de juegos, las ventas no siempre hablan de la calidad, o la originalidad de un título, y muchos son arrastradas bajo nombres más conocidos y comerciales.
Algo de esto sucedió con Battle Realms, la opera prima de Liquid Software, un título de estrategia en tiempo real que sorprendió a todo el que lo probó gracias a una historia competente, un bello engine 3D con unidades grandes, detalladas y ricamente animadas (algo bastante nuevo cuando apareció), un gran sistema de gestión de recursos, unidades atractivas y originales en su diseño, combate con muchas posibilidades gracias a la riqueza de tropas y clanes… Un título muy completo y bien hecho que acabó siendo olvidado por culpa de la inminente aparición de Warcraft 3, que eclipsó cualquier otra apuesta en el género (a pesar de que hay aspectos en Battle Realms que son mejores que en los de la obra de Blizzard, además de que apareció antes).
Debido a esto, el título cosechó unas ventas discretas en todos los mercados, y como ya ha pasado con muchos grandes juegos, el gran público permanece ajeno a sus virtudes. Buena prueba de esto es la ampliación que hoy se comenta: Winter of the Wolf, que no aparecerá en España, por lo que su presencia sólo se limita a Estados Unidos, en donde la versión original y la ampliación se venden en un mismo pack desde hace ya un tiempo.
Winter of the Wolf parece el principio de lo que pretendía ser una serie de ampliaciones sobre la historia de los diferentes clanes que conforman el universo de mitología oriental en Battle Realms. En concreto, este habla de la historia reciente del clan del Lobo, en uno de los momentos más críticos en su historia, 7 años antes de los acontecimientos en Battle Realms.