La mente creativa de Tom Clancy parece no tener fin. El autor, responsable de algunas de las obras literarias militares más importantes, sigue colaborando con Ubisoft en la creación de nuevas licencias y entregas de títulos que adapten a un mando de control su narrativa. El nuevo miembro de la familia Tom Clancy responde al nombre de EndWar, y es obra de la filial de la compañía gala en Shanghai.Una división que tiene con este título su gran oportunidad para reivindicarse y demostrar que tiene tanto que decir como otras de las grandes sedes de la compañía. Cuanto menos, demuestran que saben utilizar con acierto la tecnología que tienen a su alcance.
Han elegido utilizar como base el mismo universo de otros títulos Tom Clancy como Ghost Recon, Rainbow Six, Splinter Cell o el futuro HAWX, pero ofreciendo un enfoque completamente novedoso al sistema de juego, ya que ahora podremos dar órdenes directas, mucho más rápido, a nuestras tropas utilizando simplemente nuestra voz. Una original propuesta que funciona a la perfección, pero que desgraciadamente se ve acompañada de un apartado técnico algo discreto y un modo historia poco menos que testimonial, convirtiéndose en una alternativa principalmente online. Eso sí, la mano del autor norteamericano se nota bien a la hora de presentar las innovaciones militares y la tensión política que darán forma al argumento.
Futuro peligroso
Toda la acción del título transcurre en el futuro, pero se nos narra cómo se han sucedido los acontecimientos a lo largo de los años. En el año 2011, Estados Unidos y la Unión Europea firman un tratado para la colaboración en el desarrollo tecnológico y militar. Un completo éxito en las pruebas, que supone lo que ambas entidades proclaman, en 2014, como el final de la guerra nuclear, lo cual acarrea consigo la paz para el mundo. Pero no duraría demasiado, ya que un año después los recursos energéticos alcanzan unos niveles críticos, algo de lo que se aprovecharía Rusia, la cual utilizaría sus ingresos energéticos para desarrollar nuevas armas.
En 2016, una guerra nuclear afectaría a Arabia Saudí e Irán, agravando todavía más la crisis energética y desestabilizando muchos de los países europeos. Para superar esta compleja situación, los países más poderosos del viejo continente se fusionarían en una nueva federación en 2018, y la antigua alianza con Estados Unidos queda en el olvido, ya que la Federación Europea y los EEUU se convierten en rivales al compartir los mismos objetivos. Los americanos pretenderán lanzar entonces una nueva estación espacial en 2020, con una potencia militar muy importante que provoca el rechazo de la Federación Europea y Rusia, y causando una importante división de la OTAN.
Pero el día del lanzamiento, tiene lugar un ataque terrorista a la zona de lanzamiento. La investigación de este ataque supondrá el enfrentamiento a escala global entre las tres facciones diferentes. Una compleja intriga militar que se irá desarrollando entre las misiones, con importantes explicaciones de cómo está evolucionando la situación y contándonos al detalle los pormenores de nuestra motivación justo antes de saltar al campo de batalla. Aunque el juego no llega a tener las cotas de profundidad y elaborado desarrollo que se puede ver en otras obras del autor norteamericano, y el modo historia está planteado de una forma poco elaborada.