“El mundo no es precioso, por lo tanto, lo es”.
Sigue la historia de Kino, quien viaja por el mundo con la única compañía de sus armas para protegerse y la motocicleta parlante Hermes.
Kino recorrerá todo tipo de paisajes y lugares, conociendo sus costumbres y habitantes, aprendiendo de ellos sus historias. Eso sí, solo una norma rige los viajes de Kino: no puede permanecer en ningún lugar más de tres días, puesto que cree que si supera ese límite, se establecería en un lugar y supondría la muerte de su parte viajera.