Desde la apertura de cepas “I Worship You” a los tonos suaves de piano quejumbroso de la delicada “In You”, esta banda muestra una madurez y equilibrio que son raros en el mundo actual de la juventud cristiana. Las letras son fuertes, la producción es nada menos que fenomenal y el efecto general de este disco es que estos jóvenes han pasado mucho tiempo desarrollando sus talentos respectivos, a fin de devolver a Dios una ofrenda de adoración.

El tema destacado en “Almost There” es sin duda la canción “I Can Only Imagine”, donde la canción expresa un fuerte sentido de la maravilla y el anhelo de estar en la presencia del Todopoderoso y la experiencia de todos los de su gloria y gracia. / I can only imagine what my eyes will see/ When your face is before me/ I can only imagine/ Surrounded by your glory/ What will my heart feel?/ Will I dance for you Jesus/ Or in awe of you be still?/ Will I stand in your presence/ Or to my knees fall?/ Will I sing hallelujah/ Will I be able to speak at all?’ (from “I Can Only Imagine’)

Evitar los estilos típicos de rock moderno de sus pares, MercyMe mantiene su sonido reinó de nuevo una muesca más en el Power Pop con sabor a variedad. Teclados y guitarras sobre capas armonías de buen gusto y un tambor de sonido nítido kit que aún deja espacio para las canciones para evocar un sentido natural de adoración genuina. No sobra insistir en que una de las mejores cosas de esta banda es el sólido trabajo vocal de Millard Bart. Su voz es clara y fuerte cuando los versos se elevan en los cielos y luego seria y reflexiva cuando una voz suave y de confort se requiere. Su talento le ayuda a lanzar este álbum fuera del alcance de lo que mayoría de los comunicados debut entregar y hace de este CD a partir de MercyMe bien vale la pena escuchar.