Bogus, la cara oculta del Caso Roswell, es un libro interesante que merece la pena leerse detenidamente y sin tener ninguna prisa. En este libro, se rebate cada falsa afirmación de los autores y testigos del caso Roswell, y se ofrece a los lectores interesados, una investigación “alternativa” de la historia del OVNI estrellado en Roswell. Las evidencias presentadas aquí, son bastante interesantes, y prueban de forma bastante clara, que el caso Roswell fue un montaje tramado por los propios Ufólogos, varias décadas después de que ocurrieran los hechos.
Muchos autores han sostenido que el caso Roswell fue un OVNI accidentado, cuya recuperación fue ocultada por los militares, y más tarde destapado por los Ufólogos, tal como lo conocemos por las diversas versiones que nos dieron. Pero ha sido en éste libro, junto con la revisión de las supuestas investigaciones que afirmaron realizar el grupo de Ufólogos implicados en el caso, donde por fin se destapan todas las evidencias del fraude, y los detalles del montaje que posiblemente sorprenderán y no decepcionaran a todos los aficionados a la historia de Roswell.
Bogus analiza detenidamente cada detalle de la historia, concentrándose solo en los principales testigos y en los hechos más importantes. Por tanto, es un trabajo revisionista, y cuando se lee su contenido pronto se descubre, que es una visión controvertida, y completamente alejada de la Teoría del Platillo Volante de Roswell.
El libro estudia con detalle el caso Roswell, y todo lo que ha rodeado la presunta teoría del Platillo volante. Aquí se investiga a fondo esa teoría, que la mayor parte del público acepto ingenuamente como una verdad durante años, porque es la que han afirmado repetidas veces los Ufólogos, con algunos ingredientes extra convenientemente exagerados: OVNIS estrellados, extraterrestres muertos, la CIA, juramentos secretos, amenazas a testigos, encubrimiento de las fuerzas aéreas, conspiración gubernamental, y los misteriosos Dosieres del Majestic-12, y todo lo demás. En realidad los artífices de esas imágenes ficticias; indudables falsedades literarias, trataban de hacernos creer con sus mentiras, que todo esto existía a base de administrarnos dosis calculadas de desinformación, y es evidente que sabían cómo hacerlo, porque han sido necesarios más de 40 años para descubrir la verdad.