Envuelto en una misteriosa historia, nos ponemos en la piel de un robot que se infiltra en unas oficinas para… comerse el mobiliario. Tendremos así ante nosotros una experiencia, sin duda, original, en la que nos encontraremos con niveles generados al azar y muerte permanente, con el único objetivo de devorar todos los muebles. Trampas y desafíos podrán a prueba nuestra habilidad, mientras vamos conociendo el extraño argumento tras el juego.