James Renoir era agente de policía y trabajaba en la comisaría principal de una ciudad rebosante de crimen y violencia. La influencia de las familias mafiosas corría como reguero de pólvora hasta el interior del ayuntamiento, penetrando las más altas esferas de la política. La policía, paralizada por el corrupto gobierno de la ciudad, era incapaz de hacer nada el respecto, como títeres en manos de los poderosos.
Sin embargo, la llegada de un joven y ambicioso político al ayuntamiento hizo que mejorara la situación y Renoir fue ascendido al cargo de detective por sus esfuerzos contra el crimen. Ahora que podía moverse entre la flor y nata de la sociedad, Renoir conoció a la mujer de sus sueños.
Pero, cuando todo parecía ir a mejor retumbaron dos disparos, poniendo su mundo patas arriba. Resolver el caso es lo único que le importa ahora porque, sentado con la espalda contra una fría lápida, se percata de que el cadáver que hay enterrado a dos metros bajo tierra es el suyo.
Convertido en fantasma, Renoir tiene una habilidad única que le permite controlar a los espectros que le rodean para resolver puzles en el entorno. En busca de la justicia, debe evitar la luz a cualquier precio y moverse con cautela. El fantasma de James debe seguir sus últimos pasos en el mundo de los vivos, recuperar su memoria y encontrar las pistas que le guiarán hasta su asesino.